viernes, 15 de junio de 2012

Gobierno y Sociedad, más allá del 1° de Julio. 15-06-2012 Omar Carrillo Mata. Después de unas largas campañas en búsqueda de la presidencia de México, en donde ha habido de todo para el anecdotario de las campañas. Un sorpresivo e irreverente Quadri candidato ciudadano, con propuestas interesantes y liberales. Una candidata “diferente”, con una propuesta que suena a más de lo mismo. Desdeñada por Fox, marcada por actos fallidos que opacaron el inicio de su campaña, se aferra por mantenerse en la disputa por el primer lugar, aunque ya la mayoría de las encuestas la ubican en el tercer lugar de las preferencias entre los electores, cediendo terreno ante el izquierdista López Obrador, quien de arrancar en un lejano tercer lugar, ha tenido un sorprendente repunte, que lo ha catapultado hasta el segundo sitio, acaso gracias a su amorosa estrategia y a un discurso mas conciliador, manteniéndose relativamente al acecho de un Peña Nieto puntero, quien ha navegado por aguas tormentosas, de la FIL de Guadalajara hasta el memorable episodio de la Ibero, quien a pesar de los pesares, de azules y amarillos sigue manteniendo la primera posición, acercándose cada vez más y cada día que pasa a la anunciada victoria, tan ansiada y tan esperada por los tricolores. Esta ha sido una campaña atípica, con una serie de acontecimientos de toda índole, desde lo acontecido en el estadio azul, las quesadillas de tres marías, el fomento al lavado del dinero y los mareos chepinescos, del lado panista, hasta el charolazo de los 6 millones de dólares para el peje, y su amorosa transformación, las muestras de apoyo de los jóvenes del 132 y su gabinete de mas de 500 años de experiencia, por el lado de la izquierda, sin dejar de mencionar los tres libros que marcaron a Peña, y la insurgencia del movimiento #YoSoy132, declarado abiertamente como antipeña, de Quadri se puede señalar que después de la participación en el primer debate y su posicionamiento, su campaña ha caído en un bache, quizá lo que mas se recuerde de él, es la mirada inevitable y lujuriosa que le dirigió a la edecán del primer debate. Sin duda alguna, los electores son los que tienen la última palabra y con su voto habrán de definir el rumbo para México. Una importante decisión por todo lo que implica. De los actores políticos, lo mínimo que se les exige, es su compromiso por el país, el respeto al resultado electoral, sea cual sea. Si desde ahora se descalifica la elección, menudo favor se le hace a nuestra frágil democracia, pensar en paralizar al país, poco ayudaría a resolver los problemas, por mas legitimas y validas que sean las protestas. El encono y la violencia solo son caldo de cultivo para generar mayores males a nuestro país. La unidad entre los mexicanos y la civilidad política entre los partidos, son ingredientes indispensables para afrontar los retos, crecer como país, atemperar la violencia y las conductas antisociales, superar los retos en educación, en la ciencia y tecnología, reducir la enorme desigualdad social, abatir el rezago y la pobreza extrema, promover el empleo y mejores condiciones de vida para la población, son algunos de los desafíos que se presentan, y que los electores con su voto, depositaran la confianza en quienes habrán de encabezar dicho esfuerzo. La tarea requiere del esfuerzo de todos. Gobierno y Sociedad, Sociedad y Gobierno.

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